Soy Carlos Callala, la persona detrás de este proyecto. Déjame contarte algo: todo esto no fue una idea planeada. Simplemente quería crear el bolso perfecto para mí. Mi obsesión por los productos bien hechos me llevó hasta Ubrique, la cuna de la artesanía en piel.
Cuando encontré a quién podía fabricarlo, llegó la sorpresa: no podía hacer un solo bolso, la fábrica tenía un pedido mínimo. Lo primero que pensé fue: ¿cuánto me va a costar regalar un montón de bolsos a mis amigos?
Semanas más tarde ya estaba enganchado, tenía el ipad lleno de diseños diferentes, reconozco que algunos bastante locos. Me convertí en aprendiz del mundo de la piel, obsesionado con las formas, los materiales y los detalles. Un auténtico friki de los bolsos. Entonces volví a llamar a la fábrica y me lie la manta a la cabeza: ¡vamos a fabricar!
Ha pasado un año desde aquel momento. Entre pruebas, errores, repeticiones, hoy por fin tenemos unos bolsos hermosos, con la calidad que satisface mi obsesión por la perfección.
Espero que te unas a la comunidad de Polanco Spain y que disfrutes de esta experiencia tanto como yo. Tanto si eres un hombre que busca un bolso hecho para él, como si eres una mujer a la que le atrae el diseño que hago.
Con mucha ilusión,
Carlos Callala.
Para Polanco, el lujo real no está en la ostentación ni en piezas reservadas a unos pocos bolsillos privilegiados. El verdadero sentido del lujo está en el esfuerzo por poseer un producto de calidad, en respetar el propio dinero e invertirlo en algo que te acompañará durante años, que te hará sentir más tú, te representa.
El lujo puede ser extremo ni inaccesible. Pero el lujo real, el que Polanco ofrece es la elección consciente de quien busca durabilidad, autenticidad y belleza.
Polanco es la representación de ese hombre auténtico, seguro de sí mismo, que cada mañana abraza la vida con entusiasmo.
No ha sido fácil conseguir este tipo de material. Todas nuestras pieles proceden de la industria cárnica, y alrededor del 90% son excedentes de fábrica: pieles en perfecto estado que, de otro modo, quedarían almacenadas o desechadas. De esta forma les damos una nueva vida y evitamos el desperdicio.
Nunca utilizamos pieles de animales jóvenes ni de especies que no formen parte del consumo masivo. Así nos aseguramos de que ningún animal muere con el único propósito de fabricar bolsos.
Por eso, cuando veas que hablamos de “piel de avestruz”, debes saber que en realidad trabajamos con piel de vaca de primera calidad, tratada con una textura especial que imita el característico grano de la avestruz.
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